15 julio 2008

Lo Bueno, lo malo y lo feo

Lo bueno es por decreto. O por que lo quiere el gobierno y negar lo bueno es ser catastrofista, profeta del desastre, antipatriota. Lo bueno, con desearlo el gobierno es suficiente. La actual administración del gobierno de España, que no de las españas, encabezada por el Sr. Rodriguez Zapatero pareciera estar inmersa en una estrategia de negación de la realidad, cual avestruz que, metiendo la cabeza entre las piernas pretende ser confundida con un arbusto en la estepa del escenario mundial, pero la economía, el bienestar social, la competitividad y, más aún, la cesta familiar, no entienden de negaciones sino de realidad; y los españoles estamos dándonos de bruces con la misma.

Zapatero y sus ministros están empeñados en mantener el discurso positivista, los cantos a la paz y el bienestar social. Seamos todos buenos, consumir, gastar nuestras escuálidas nóminas, es la salvación para la economía. Lo bueno viene por decisión gubernamental, por deseo manifiesto de quienes administran lo de todos sin escuchar a nadie.

Lo malo
es que el paro aumenta, Martinsa-Fadesa ha seguido a Colonial y probablemente no sea más que el empezose del acabose mientras el gobierno nos insiste, por activa y por pasiva en que ellos no harán...., si, que no harán lo que en su día hizo el Partido Popular. Lo malo es que a estas alturas del juego ya poco me importa lo que no van a hacer, que resulta evidente por la inacción; lo que interesa es qué es lo que sí van a hacer. Que medidas sí piensan tomar. Hasta ahora lo que hemos visto es hechar balones fuera. Hablar del PP y lo malvados que son, de si Rajoy es creible o no.

Señores del gobierno. Hoy lo que menos me interesa es lo que ocurre en el PP. Mis inquietudes están centradas en lo que ocurre en el gobierno porque lo Feo es lo que se nos avecina tras el verano. Lo feo va a ser la situación en la que se veran miles de familias, rezo para que no sea la mía, al quedar en el aire tras la culminación de las pocas obras que aún siguen adelante en la construcción. Qué harán los albañiles, carpinteros, fontaneros, electricistas, ayudantes, oficiales, peones, capataces que finalizarán en las colas del paro.

Que ocurrirá con las fábricas de aislantes, tubos, tejas, cerámicas, sanitarios, cables, ladrillos, cemento y un largo etcétera.

España está mejor preparada que el resto de Europa nos dice Rodriguez Zapatero a capela con sus ministros. Lo malo, lo feo, es que yo ya no me lo creo.